miércoles, 29 de enero de 2020

Amor a las comunidades

Inicia el 2020 y hay muchas cosas que han ocurrido en estos primeros días del año. Hay un cierto temor por la forma en que inició, pero en mi opinión no creo que ocurra nada malo.



Me da gusto volver a este blog con un tema interesante. Antes que nada les quiero comentar que este será el año lleno de contenido, me di cuenta que parte de mi ser implora por colaborar con la información y es uno de mis objetivos hacer volar algunas pelusas en la mente de las personas.


La comunidad más pequeña puede cambiar el curso de muchas vidas


Hace unos días tuve una experiencia con una empresa de tecnología muy importante en el país (México), 6 colegas estábamos charlando hasta que un compañero mencionó que tiene su propia comunidad de desarrolladores en Colima. No tienen idea de lo agradable que fue escuchar eso, para el chico fue algo trivial "ah soy parte de esto" pero el peso que tienen sus palabras yo creo que ni él las entiende.

Y es que mirando en perspectiva, las grandes startups, webs de aprendizaje, personajes revolucionarios del medio de TI, creativos, personas que inspiran... todos ellos empezaron compartiendo conocimiento en comunidades.

Algunos durante la universidad, toman peyorativamente de nerds a la gente que crea estas comunidades o forma parte de ellas (cosa que debemos erradicar porque la escuela no solo es la comunidad de estudiantes que se sientan y escuchan a un profesor las horas asignadas), no hay consenso de quien aprende mejor ni de qué manera, no hay objetivos en común (solo obtener la cédula). Está bien, te sientas, escuchas al profe, haces las tareas, expones y entregas proyectos, eso es cool y base fundamental para ser disciplinado en el área al que vamos a especializarnos. Pero eso es la embarrada, el resultado de estar en el buen camino del aprendizaje es poniendo en práctica los conocimientos. Y lamentablemente eso no lo enseñan en la escuela por muy buena que sea, estás atado a una calificación que podría ser una esquela del total de nuestro rendimiento, pero sin resultados reales. 

Las comunidades estudiantiles son una prueba de que ese conocimiento no está estancado, se intenta dar forma a lo aprendido y se busca profundidad y pretensión en el tema estudiado.

El signo de que en una universidad, colegio, o taller existan grandes comunidades es señal de que hay una correcta maestría en las clases y que socialmente hablando, dentro de estos grupos, hay personas potencialmente aptas para realizar actividades relacionadas a su campo.

Obviamente una comunidad no es lo mismo a un número de personas evadiendo el compartir conocimiento y escondiéndose del resto del mundo, todo lo contrario, lo que buscan estas comunidades es crear lazos de cooperación (a veces con otras comunidades), seguir mejores prácticas, resolver problemas y analizar el futuro de sus posiciones, no son fanáticos, pero son entusiastas en sus áreas, no son ajenos a otras disciplinas, son especialistas y viven junto a la investigación.




Ponerse a prueba, símbolo de excelencia


Las comunidades reales no se conforman con lo que saben, es verdad que hay cierto nivel o capacidad pero hay algo más importante que el memorizar datos... Es el ponerse a prueba constantemente.

El hecho de no crecer representa varios hechos, ¿adivinan cuáles? 

El egoísmo o el hacer una comunidad de "élite" no aporta beneficios a nadie. Quién sabe, muy probablemente te estés perdiendo de los conocimientos de un especialista solo por el ego de autonombrarte fullstack.